La lluvia trajo recuerdos de palabras que callé. La soledad solo reflejaba mis temores, temor a que no existas, temor a que la cague, yo, como siempre. Hay tanto ruido detrás de la puerta, prefiero quedarme dentro a contemplar los rasguños que dejaste en las paredes... supungo que necesitabas libertad y el amor lo ata a uno, generalmente.
El aire me asfixia y me pareces tan distante. Quiero tenerte cerca pero por momentos olvido que no te conosco, todavía. La esperanza nunca se pierde, aseguraba la loca del muelle mientras miraba el horizonte y dos cangrejos mordisqueaban su vestido sucio. Si es amor termina en tragedia, es una regla.
Te habré conocido? Quizá en otra vida, cuando eras más azul.
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