No trates de calmarme

Entro en pánico y el mundo se nubla. Tu voz me ata y arrastra de regreso. No quiero volver... no puedo decir si me gusta donde estoy porque nunca he estado aquí. Simplemente no pertenezco. Quiero que te vayas conmigo, que te decidas a saltar. Pero tus pies están undidos en el cemento y la vida que llevas en los bolsillos te pesa. Acompañame, afuera llueve, es oscuro y el viento sopla como si fuera a partir el cielo en dos, pero es mas acogedor que aquí dentro.

Nunca supe lo que quería y mucho menos lo voy a saber. Ni siquiera las píldoras te hacen callar, hasta el silencio me parece violento, no te quiero escuchar respirar nunca más. Me estoy muriendo y seguís caminando. El frío no me deja sentir y todo me parece superfluo.

Esa noche dormí en tu pecho, de espaldas a la pared; todavía no entiendo en que momento me perdí... pero es mi vida y no me importa seguir perdiendo.