Huir de la soledad en tus brazos, quisiera. Que me sueltes y poder dejarme ir como tantas veces intenté. Perderme entre la muchedumbre y que nunca más me busques. Tejer tus recuerdos, atarlos a una piedra y undirte en el mar, mudo. Caminar sin rumbo y que el llanto te cubra; llorame, enterrame y resignate. Cerrar los ojos y que me lleve el río, no frío y húmedo, sino tibio y seco, de regreso. Que mil estrellas sean mi única compañía. Nostalgia de lo vivido, esos tiempos en que no sabíamos... olor a tierra húmeda en primavera, y que plantes un árbol lindo para mi y de sombra en verano. Que mis carcajadas lleguen entreveradas en el viento y un susurro te tranquilice mientras duermes... No quiero que mires mis fotos, pues quiero que me olvides, pero te dejo que me sueñes una que otra siesta... y esa noche tranquila, cuando las arrugas inunden tu cara y la vista se nuble y estés por fin tranquilo, me visites...
Antes de irme te molesto con una ultima cosa, si viene a buscarme él, decile, por favor, que no insista, que salí y no sabes cuando vuelvo...
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