martes, 29 de diciembre de 2009

dejate caer

Callar, aprender a callar. Personas sin rostro, sin nombres, no son ellos, no te vas a encontrar allí. Un camino llano, recto, gris... no es vida la tuya. Morir así: Anónimo. Alimento rancio para tu alma maltrecha. Vacío, saltar.

Te lastimé y no me lo perdono. No me siento mal por ello, no lo/me siento. Esa es la cuestión. Estéril. Inerte. Azul. Pero no me lo perdono. Fuiste, si, alguna vez, pero después no fuiste más. Ser o no ser, siempre fue esa la cuestión; pero no eras vos, al pedo andar mintiendo.

Al otro lado de la orilla espera inmóvil con la vista clavada en el horizonte. Lejos era lo mejor que tenía, pero cerca estaba lleno de imperfecciones. Paso a su lado y ni se voltea. Estoy aquí! mi brillo te ciega. Temor infundado. Se que por las noches asusto, y con muy buena razón, claro que si; Ojalá cerraras los ojos y me vieras con el corazón.

Levantarse era tu obligación. Permitirse Caer para seguir levantandose...

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